En Cardeñosa se da la circunstancia de que se produce un hecho puntual, casi anecdótico, pero cuyas consecuencias para la historia de los entonces reinos hispánicos es crucial, al permitir a Isabel llegar al trono de Castilla por derecho, y al de Aragón por casamiento, teniendo, en lo sucesivo, ambas Coronas, los mismos representantes regios.
Alfonso era hermano de Isabel, si la que luego pasará a los libros de Historia como Isabel la Católica. Corría el año y algunos nobles no estaban de acuerdo con que el rey fuera Enrique IV, hermanastro de Alfonso e Isabel. Así que deciden coronarle como rey en la ciudad de Ávila.
El joven Alfonso, de tan sólo15 años, durante cerca de tres años fue rey pero sólo para algunos mientras que los ejércitos de Enrique IV le persiguen por distintos puntos de Castilla.
El 5 de julio de 1468, Alfonso y su séquito viajan hacia Ávila. Se les hace de noche y deciden dormir en esta casa de Cardeñosa. Cena una trucha y, a la mañana siguiente, aparece muerto. Lógicamente, algunas crónicas de la época acusan al Rey de ordenar asesinar. Otra historia asegura que fueron unas aguas contaminadas que bebió el infante, quien, a pesar de su juventud, no pudo superar la fiebre. Aquel suceso llevó a la reina Isabel a levantarse en armas contra Enrique IV y su hija Juana por el trono de Castilla.
Puedes ver la fachada de la casa donde se considera que pernoctó (y encontró la muerte) el joven Alfonso.