Los verracos

UNA MANIFESTACIÓN ARTÍSTICA ÚNICA

Característicos de estas gentes son los denominados verracos, o esculturas zoomorfas (se conocen varios centenares), facturadas en granito, que representan toros y cerdos. A estas esculturas –bien representadas en el Valle de Amblés (Álvarez-Sanchís, J.R., 1990)- se las ha querido dar un valor mágico de protección de los animales. En el presente el significado más aceptado de estas esculturas (una parte considerable de las cuales carentes de contexto arqueológico, más del 70% ubicadas a una distancia de 2-4 km. de los castros y el 90% emplazadas en suelos factibles de aprovechamiento ganadero) es el que sirviesen de hitos en el paisaje para señalar recursos específicos: los pastos de invierno. Así estarían delimitando áreas de propiedad o de usufructo, lo cual se corresponde muy bien con una sociedad fuertemente jerarquizada, en la que la “aristocracia” posiblemente basase su riqueza en la posesión de cabezas de ganado (Álvarez-Sanchís, J.R., 1999).

Origen

Tradicionalmente se les ha buscado el origen en la escultura animalística ibérica, la cual tuvo como función la protección de los cadáveres. La idea es válida dada las intensas relaciones entre ambos mundos por medio de la Vía de la Plata.

Ilustración: Verraco de Las Cogotas II

Época

Su cronología habría que darla a partir del 400 a.C. hasta la desaparición de estos poblados, sin bien, una vez romanizada la zona, se continuarán facturando, pero eran de menor tamaño y tendrán una funcionalidad funeraria.

Verraco de Las Cogotas II en su actual emplazamiento en Plaza Adolfo Suárez de Ávila

verracos

Del castro de Las Cogotas proceden al menos 4 ejemplares: verraco actualmente emplazado en la plaza Calvo Sotelo de la ciudad de Ávila, el desaparecido de la Colección Rotondo (Madrid) y los dos ejemplares depositados en el Museo Provincial de Ávila (Arias Cabezudo, P. et alli, 1986: 35, 61, 63 y 137). A estos hay que sumar el verraco semienterrado o en proceso de talla que se halla en la escorrentía que desciende desde el camino de acceso a la puerta oriental de acceso al Segundo Recinto hacia la puerta más occidental por la que se accede al Segundo Recinto